La barraca Valenciana
La barraca Valenciana, era la vivienda típica de la huerta y Albufera de Valencia. Era la casa de los agricultores y pescadores. Se distingue por su forma peculiar, el techo a dos aguas en forma de punta. El uso de los materiales locales como cañas, madera, barro y paja son fundamentales para la sostenibilidad, adaptando a las necesidades del entorno natural y al clima mediterráneo.
Respecto a la sostenibilidad ambiental, los materiales con los que se construyen las barracas son las que se encontraban al alcance. Barro arcilloso recogido de la tierra de labor y agua sacada de las acequias junto con la mezcla de pajas secadas al sol, da lugar a adobes. Los tabiques se hacían de cañizo revestidos con barro. Para la andana utilizaban cañas de mayor sección. También se utilizaban para el tejido de la cubierta. Las cañas que crecían en la Albufera aguantaban la humedad y se utilizaban para los tabiques. Además, se utiliza madera y cal como revestimiento final. La cubierta se cubre con paja en la parte inferior y con broza que proviene de la Albufera. Gracias al aprovechamiento de los recursos locales, la construcción de las barracas es un ejemplo de sostenibilidad. En cuanto a la eficiencia energética, las barracas se adaptaban al clima mediterráneo. El techo a dos agua, el espesor de sus muros y el material usado proporcionaban un buen aislamiento exterior, especialmente de la temperatura, gracias al aire contenido entre el cañizo y la paja de la cubierta. Además, la orientación recoge la brisa del mar en verano, mientras que protege del levante de invierno y facilita la ventilación cruzada de las viviendas, reduciendo así la necesidad de utilizar energía extra.
Por lo que respeta a la sostenibilidad económica, las barracas fueron construidas a bajo costo debido al uso de materiales locales, lo que reducía el costo de manipulación y transporte, y ayudaba a disminuir el gasto de construcción. Además, el hecho de que las barracas eran bastante sostenibles y contribuían a la economía. A menudo, las barracas disponían de huertos, los que les hacía un poco mas independiente
Las barracas no solo eran un ejemplo de sostenibilidad ambiental y económica, sino que también desempeñaron un papel importante en el ámbito social, contribuyendo al bienestar de las comunidades rurales.
Por otro lado, las barracas Valencianas también contribuían en la sostenibilidad social, proporcionando bienestar a la clase mas trabajadora de la comunidad rural de Valencia. Ofrecían viviendas accesibles, funcionales y de bajo costo a la clase obrera como, agricultores y pescadores. Este hecho convirtió a la barraca, un símbolo de identidad rural de la comunidad.
En cuanto a la barraca en la actualidad, ya quedan pocas, pero tienen una gran importancia tanto en la economía como en la tradición valenciana. Anteriormente, la gente vivía en ellas porque no podían permitirse otra cosa y, con el paso del tiempo, menos personas viven en una barraca. Por otro lado, la importancia histórica de las barracas ha generado un esplendor y, por lo tanto, muchas se han rehabilitado para fines turísticos, zonas de eventos o se han convertido en restaurantes, fomentando así la economía local, preservando las tradiciones y atrayendo a los turistas.
La barraca tiene forma rectangular, con la fachada principal orientada al sureste. Esta fachada suele tener una puerta (normalmente a la izquierda) y una ventana (a la derecha). En la parte superior observamos pequeñas aperturas para la ventilación de la andana (espacio usado para guardar la cosecha).
La puerta principal da acceso a un pasillo central de unos 2,75 metros de ancho, donde se encuentra la cocina y donde se desarrollaba gran parte de la vida diaria. Los dormitorios están distribuidos a lo largo de un lateral y, al fondo, hay una escalera de mano que lleva a la andana.
En el exterior, junto a la fachada principal suele haber un banco bajo la ventana. En la parte trasera o en los alrededores, es común encontrar un terraplén con plantas que evita la acumulación de agua y refuerza la base de la barraca.
En cuanto a la cimentación, se hacían con una zanja de 40 cm de profundidad, rellena y compactada, sobre la que se colocaban adobes de barro, las paredes se construían con barro y adobes, y alcanzaban una altura de 2,50 metros. El techo se hacía con una estructura de madera reforzada. Sobre esta estructura se colocaba cañizo, cañas gruesas y paja atada para proteger el interior.
Bibliografia
–https://hostalandres-elsaler.es/la-barraca-valenciana/
–https://www.hortanoticias.com/la-barraca-romantico-vestigio-de-lhorta/